Cuando un Ricciardo devastado se quedó a las puertas de la victoria en Mónaco

Daniel Ricciardo no podría haber imaginado un mejor escenario para conseguir la primera pole position de su carrera en la Fórmula 1: el icónico circuito de Mónaco, el 28 de mayo de 2016.

Con un giro magistral, el australiano no solo logró ese día su primera pole en F1, sino que también fue la primera para Red Bull Racing desde la final de 2013 del Gran Premio de Brasil; una eternidad para el equipo inglés, que hasta entonces había estado a merced de un formidable paquete de Mercedes desde la introducción de los motores V6 turbo híbridos.

Un Domingo de Éxitos y Desilusiones

Su joven compañero, Max Verstappen, no avanzó más allá de la Q1, lo que hizo que el resultado de Ricciardo fuera aún más dulce para el equipo Red Bull; mientras que Nico Rosberg y Lewis Hamilton, de las Flechas Plateadas, se quedaron a casi dos décimas de su tiempo.

Visiblemente emocionado y consciente de que la pole representa la mitad del trabajo necesario para obtener la victoria en la Principado, Christian Horner disfrutaba del desempeño de su piloto, describiéndolo como “dynamite”.

El tiempo de 1’13’’622, a solo unas fracciones del giro más rápido jamás realizado en el circuito, impresionó al director del equipo británico.

Las Palabras de un Líder

“Es asombroso. Este primer giro fue poderoso,” comentó Horner después de la sesión clasificatoria. “Los dos primeros giros en Q3 fueron simplemente explosivos. Condujo de manera espectacular durante todo el fin de semana. Todo fue muy limpio, y los tiempos fueron excelentes para él. Es un gran momento para él con su primera pole, y para nosotros, ya que no conseguíamos una desde 2013. Es una excelente manera de iniciar el fin de semana.”

Después de conseguir su mejor tiempo en Q2 con neumáticos supersuaves, Ricciardo era el único piloto de cabeza que saldría desde la parrilla con el compuesto más blando de Pirelli.

Cambio de Clima y Cambios de Estrategia

“Espero que todo funcione a nuestro favor mañana,” solo pudo desear Ricciardo. “El objetivo era conseguir la pole, y lo logré; pase lo que pase mañana, todos enfrentamos las mismas condiciones. He hecho lo que pude hasta ahora.”

Desafortunadamente, la alegría de Ricciardo sería efímera. Mientras el australiano soñaba con una victoria deseada en el Gran Premio, la realidad le golpeó duro, y la oportunidad de levantar el trofeo frente al Príncipe Alberto se desvaneció.

Todo se debió a un fallo estratégico de Red Bull, justo el segundo en una semana, después de un error en España. Un tiempo de parada en boxes de 14 segundos, provocado por un malentendido en el cambio de neumáticos, resultó en que la Red Bull saliera detrás de la Mercedes de un Lewis Hamilton que no lo podía creer.

Reflexiones Finales de un Gran Piloto

En la línea de meta, Ricciardo, desilusionado, luchaba por contener sus emociones mientras compartía sus sentimientos.

“¿Cómo me siento? Sin maldecir, es complicado. Es como si me hubiera pasado un camión de 18 ruedas por encima por segundo fin de semana consecutivo. He hecho lo mejor que he podido, pero no puedo estar positivo esta vez,” expresó.

La historia de este Gran Premio de Mónaco demuestra que, a veces, el automovilismo puede ser cruel, pero la perseverancia de Ricciardo y su enfoque positivo lo mantendrán en la pelea por el campeonato. A pesar de los contratiempos, el australiano se encuentra actualmente en una posición competitiva, con 40 puntos menos que el líder, Nico Rosberg.

La temporada 2016 aún tiene mucho que ofrecer, y con una victoria ya en su bolsillo y múltiples podios, Ricciardo sigue siendo un fuerte contendiente en la búsqueda del título.