Hamilton le cedió a Russell las nuevas piezas de su Mercedes

Un Fin de Semana Difícil para Lewis Hamilton en Austin

Lewis Hamilton vivió un auténtico desastre durante el Gran Premio de Estados Unidos en Austin, un circuito donde tradicionalmente había tenido un buen desempeño. En la carrera sprint, finalizó de manera bastante insípida en la sexta posición, y luego vio cómo sus esperanzas se desvanecían al clasificar en un decepcionante decimonoveno lugar.

George Russell y el Problema del Desempeño

Mientras tanto, su compañero de equipo, George Russell, logró avanzar a la Q3, pero su alegría fue efímera. Su sesión de clasificación terminó de forma abrupta al estrellarse contra el muro, provocando daños considerables en su monoplaza. Este contratiempo resultó ser un gran golpe para el joven piloto británico, quien estaba utilizando piezas nuevas diseñadas para optimizar el rendimiento de la W15.

Un Gesto Solidario entre Compañeros de Equipo

Lo más sorprendente llegó varias horas después de la finalización de la sesión de clasificación: se reveló que Lewis Hamilton había decidido ceder sus nuevas piezas a George Russell. “Lewis fue muy generoso al ofrecerme sus componentes”, comentó Russell. “Es realmente desafortunado lo que ocurrió. Todos merecemos algo mejor, pero estamos empujando los límites para llevar el coche a lo más alto y conseguir buenos resultados.”

Las Consecuencias de la Ambición

El accidente de George Russell podría atribuirse a un exceso de ambición durante la clasificación. El piloto explicó que intentaba compensar el déficit de ritmo que Mercedes había experimentado en comparación con el viernes. “Estaba en una vuelta muy competitiva. En un momento, tenía una ventaja de cinco décimas, pero el coche se me escapó en el sector tres y acabé chocando. Intenté encontrar algo que, en realidad, no estaba allí y pagué el precio por ello. Estoy realmente frustrado por cómo terminó todo, no sé qué más decir.”

Reflexiones de un Fin de Semana Desalentador

Russell admitió sentirse perdido, sin poder reconocer su monoplaza en comparación con el que había pilotado en la clasificación sprint. “El viernes teníamos un coche que estaba en la lucha por la pole. El sábado, casi quedamos eliminados en la Q1 y yo estaba a seis décimas de la pole al inicio de la Q3.”

“Me siento muy decepcionado porque el equipo ha trabajado intensamente para implementar estas mejoras en el coche”, concluyó el piloto británico, reflejando la frustración de un fin de semana que no salió como esperaban.

En resumen, el Gran Premio de Estados Unidos dejó a Lewis Hamilton y George Russell con más preguntas que respuestas, en un fin de semana que se caracterizó por la lucha contra sus propias limitaciones.