Hülkenberg lamenta un «fin de semana oscuro» y la doble amenaza de Alpine y VCARB

Haas enfrenta un duro golpe tras el Gran Premio de Sao Paulo

El equipo Haas ha quedado profundamente afectado después de una jornada decepcionante en el Gran Premio de Sao Paulo. Nico Hülkenberg y su compañero de equipo, Oliver Bearman, quien sustituyó a Kevin Magnussen debido a problemas de salud, regresaron sin puntos, mientras que Alpine realizó una impresionante actuación al conseguir un doble podio con Esteban Ocon y Pierre Gasly. Este cambio de dinámica deja a Haas en una situación precaria al cierre de la temporada.

Una racha de resultados positivos interrumpida

Hasta este fin de semana, Haas había acumulado puntos en cinco carreras consecutivas, consolidándose como el sexto equipo en el campeonato mundial de constructores, superando a su rival VCARB en territorio estadounidense. Sin embargo, el desempeño estelar de Alpine ha significado que ahora la escudería franco-británica haya tomado la delantera por primera vez esta temporada, sumando tres puntos de ventaja.

VCARB se convierte en una amenaza real

La situación se complica aún más para Haas, ya que VCARB ha conseguido sumar ocho puntos en una carrera frenética, convirtiéndose en un competidor cercano a solo dos puntos. Esta lucha por el campeonato de constructores se intensifica, y la presión aumenta en el equipo estadounidense mientras se dirigen a la próxima carrera.

Reflexiones de Hülkenberg sobre un fin de semana complicado

Hülkenberg ha expresado la necesidad de que el equipo se recupere de lo que él denomina un «fin de semana desafortunado». El piloto alemán comentó sobre su inicio de carrera, que consideró sólido, señalando que se encontraba en un buen lugar compitiendo junto a figuras como Pierre Gasly y Fernando Alonso antes de que todo cambiara después de su parada en pits. “Mi sensación era que las cosas iban bien, hasta que de repente todo se complicó”, añadió.

Durante la carrera, Hülkenberg recibió asistencia de los comisarios después de una salida de pista que lo llevó a una zona de escape. “Ellos salieron, me empujaron y estaban muy satisfechos. Me animaban y decían: ¡Vamos, la carrera no ha terminado! En ese momento, no piensas mucho; solo quieres seguir adelante y lidiar con las consecuencias más tarde”, relató el piloto.

Con la vista puesta en el próximo Gran Premio de Las Vegas, Hülkenberg sabe que la presión es alta. Antes de eso, el equipo deberá superar lo que él describe como una carrera «extremadamente difícil». «Sin duda, estas fueron algunas de las condiciones más complicadas que he enfrentado. La adherencia era extraordinariamente baja, y era difícil evitar cometer errores», concluyó.