La actual vice-presidenta de los Estados Unidos y candidata a la presidencia en 2024, Kamala Harris, ha compartido su pasión por la Fórmula 1. No solo eso, sino que también ha manifestado su admiración por uno de los pilotos más icónicos de la categoría: Lewis Hamilton.
En un contexto electoral donde la competencia se intensifica entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, su interés por la F1 no pasa desapercibido. Este hecho resalta cómo la Fórmula 1 ha ganado popularidad y se ha convertido en un tema de conversación en los círculos políticos.
El entusiasmo de Harris por la Fórmula 1
Durante su participación en el programa de radio de Howard Stern, Harris reveló que ella y su familia son grandes aficionados a este emocionante deporte. Afirmó con entusiasmo que “nos encanta” la F1, lo que representa un verdadero fenómeno en un país donde los deportes de motor más conocidos son la NASCAR y el IndyCar.
Sin embargo, el ritmo de campaña para la presidencia la ha mantenido alejada de muchas carreras esta temporada. “Últimamente no he podido ver las carreras porque estoy concentrada en mi campaña, y además, según la ubicación de la carrera y la hora del día, hay que despertarse [temprano]”, explicó Harris, haciendo alusión a las dificultades que enfrentan los aficionados estadounidenses debido a las diferencias horarias.
La admiración por Lewis Hamilton
Al ser preguntada sobre su piloto favorito, no dudó en mencionar a Lewis Hamilton, quien recientemente dejó su equipo, Mercedes. “Por supuesto, Lewis Hamilton”, respondió rápidamente. Esta elección resalta no solo su afinidad por un destacado piloto, sino también su conexión con un deporte que ha trascendido fronteras.
Kamala Harris también aprovechó la ocasión para animar a los oyentes a que se adentren en el mundo de la F1. “Una vez que empiecen a verlo… podrían volverse adictos”, dijo, enfatizando lo cautivadora que puede ser esta disciplina para quienes no están familiarizados con ella.
Un fenómeno creciente en la política
La inclusión de temas deportivos como la Fórmula 1 en el discurso político de figuras públicas refleja un cambio en cómo se relacionan ambos mundos. La pasión por el deporte puede ser un puente para conectar con los votantes y desviar la atención de las cuestiones políticas más acaloradas.
La presencia de Harris en la esfera pública, combinada con su interés por la F1, pone de manifiesto una nueva estrategia de acercamiento al electorado. Este enfoque podría resultar en un aumento en la popularidad de la Fórmula 1 en Estados Unidos, un país donde el automovilismo ha sido tradicionalmente dominado por otras categorías.
La F1 como un símbolo cultural
La Fórmula 1 no solo es un deporte, sino que también se ha convertido en un símbolo cultural. La influencia de figuras públicas como Kamala Harris en la promoción de este deporte podría contribuir a su crecimiento y diversificación en el mercado estadounidense. A medida que más personas se interesan en la F1, se abre la puerta a nuevas audiencias y fanáticos apasionados.
En resumen, la revelación de Kamala Harris sobre su amor por la Fórmula 1 y por Lewis Hamilton puede ser vista como un intento de conectar con los votantes a través de un interés compartido, además de ser un indicio del potencial creciente de la F1 en Estados Unidos. La combinación de política y deportes puede ofrecer un nuevo camino hacia la interacción ciudadana.
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